“En lo aberrante encontramos deleite y placer en lo mas detestable. Cada día descendemos un paso al infierno, sin horror, entre tinieblas que apestan” (Charles Baudelaire)
A partir de hoy, las puertas al oculto mundo de las parafilias quedan abiertas al público. Con este tema, nuestro objetivo es dar a conocer el amplio abanico de desviaciones sexuales o perversiones que existen en nuestro mundo. En definitiva, queremos ilustrar los distintos patrones de comportamiento sexual en los que la fuente predominante de placer no se encuentra en la cópula, sino en alguna otra cosa o actividad que los acompaña.
Sin más dilación pues, vamos a empezar con las que son, seguramente, las parafilias más conocidas: el SADISMO y el MASOQUISMO.
El nombre de sadismo deriva del famoso escritor francés Marqués de Sade, coetáneo a la revolución francesa. El marqués fue protagonista de diferentes escándalos al ser denunciado por prostitutas que le acusaban de drogarlas y golpearlas. Por ello pasó 13 años en prisión que dedicó a escribir sus fantasías como contestación a las cartas de amor que su esposa le mandaba. La obra de Sade fue censurada durante años. Han sido muchos los pintores y dibujantes que se han inspirado en sus obras literarias: Salvador Dali, Pierre Klossowski, Hans Bellmer… Las siguientes imágenes son grabados de época realizados por artistas como Claude Bornet y otros.
Básicamente el sadismo consiste, como vemos, en la excitación sexual provocada ante el hecho o la fantasía de someter a otra u otras personas a sufrimiento físico o psicológico. El sádico, por tanto, no solo obtiene excitación al inflingir dolor físico, sino también al humillar, someter y degradar a sus semejantes.
El masoquista, por otro lado, no encuentra el placer al someter a otras personas sino que su excitación depende del hecho de ser él, el objeto de maltratos físicos, abusos o humillaciones por parte de la pareja.
Actualmente, estas prácticas sadomasoquistas están siendo cada vez más normalizadas. Hoy, se celebran encuentros sadomasoquistas en varias de las principales ciudades del mundo, en los que además de ofertarse diferentes elementos de tortura y conductas típicamente sadomasoquistas, se especifica el Código de Vestimenta consistente en prendas de cuero, pvc, látex y ropa oscura.
A pesar de esto, el mundo del Sadomasoquismo sigue envuelto en un alo de misterio y depravación y es que quizás, la línea que separa placer sexual saludable del trastorno sexual es difícil de percibir si no se contempla desde una perspectiva sexológica.
Algunas de las prácticas sadomasoquistas más conocidas son:
Flagelación: consiste en golpear fuertemente el cuerpo humano, usualmente con látigos, palos, cuerdas o varillas.
Spanking: Flagelación de las nalgas. Es la acción de infligir dolor en las nalgas, con las palmas de las manos o algún otro objeto...
Parto anal: Consiste en la simulación de un parto por el ano, para llevarse a cabo debe realizarse una limpieza de la zona con una enema y estimulando la dilatación a través de masajes prostáticos introduciendo un pequeño objeto y luego expulsándolo desde el ano. Este tipo de práctica se suele realizar sobre una camilla ginecológica.
Agujas: Es la aplicación de agujas en diversas partes del cuerpo.
Electroestimulación: La estimulación sexual mediante pequeñas descargas eléctricas en la zona genital, anal o otras zonas del cuerpo no erógenas.
Esclavitud: Además de la dominación que supone esta práctica sexual, se llega en ocasiones a enjaular desnuda a la persona masoquista mientras la pareja sádica se masturba en presencia de la cautividad del otro.
Humillación: Por ejemplo ser forzado/a a arrastrarse y ladrar como un perro o ser sometido a insultos verbales.
Fisting: Es la acción de introducir el puño de la mano en la vagina o la región anal.
Face Sitting: Consiste en sentarse sobre el rostro de la otra persona, obstruyendo las vías respiratorias y de esta forma provocar, por momentos, su asfixia.
Trampling: Es la acción de pisar, caminar sobre el cuerpo de la otra persona, puede realizarse con el pie desnudo o con calzado, ejerciendo presión con los tacones o la planta de los pies.
Velomancia: Es la aplicación de la cera caliente proveniente de una vela sobre la piel del otro/a.
Transformismo: Vestirse con ropa del otro sexo. También puede utilizarse como forma de humillación.
Ugulación: Arañar profundamente la piel del compañero/a durante las relaciones sexuales.
Frío: La exposición al frío es utilizada para provocar excitación sexual, por el sufrimiento al/a masoquista por la tortura que supone.
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