sábado, 17 de diciembre de 2011

PARAFILIAS: 4-ASFIXIA

La Hipoxifília o Asfixiofilia, también llamada estrangulación erótica, consiste en estrangular, asfixiar o ahogar a la pareja durante el acto sexual, con su consentimiento, provocando el descenso de la oxigenación cerebral sin llegar a matarla.

Históricamente, la práctica de la asfixia erótica se ha documentado desde principios de 1600. Se utilizó por primera vez como un tratamiento para la disfunción eréctil y la impotencia. La idea de iniciar esta práctica, pudo ser consecuencia de la observación de que algunos presos ejecutados en la horca desarrollaban una erección, que duraba a veces incluso después de la muerte (la muerte en erección), y de vez en cuando incluso se observó que el condenado eyaculaba durante el ahorcamiento o después.


Si bien la asfixia puede ser motivo de juego ocasional en las parejas, cuando se torna imprescindible para la práctica sexual, decimos que constituye una parafilia. Es una práctica ciertamente peligrosa, de hecho cada año mueren en el mundo varias personas por accidentes al realizarla

Muchas son las técnicas y formas con las que producir la sofocación: apretar la garganta con las manos, comprimir fuertemente el pecho, presionar la arteria carótida, o colgarse del cuello, así como obstruir las vías respiratorias con objetos o con las manos (mordazas para la boca, pinzas para la nariz…), o cubrir la cabeza con elementos plásticos o de látex (bolsas, mascaras…).

Una ejercicio muy frecuente entre los practicantes de la asfixiofilia es acompañar estos juegos sexuales con otras actividades fetichistas o parafílicas, como el sadomasoquismo o el bondage. En la comunidad BDSM las prácticas de esta naturaleza pueden ser denominadas "breathplay" o "edgeplay" a veces, y generalmente incluyen un socio participante, ya que al igual que otras formas de prácticas sexuales de riesgo, amplía los límites de lo “seguro, sensato y consensuado”. El queening (la mujer aprieta sus genitales contra la cara del hombre), el kinging (el hombre aprieta sus genitales contra la cara de la mujer) y el facesitting (sentarse sobre la cara de la pareja) son algunas de esas variantes en las que a veces se mezcla la asfixiofilia con los juegos de dominación-sumisión.

En el caso de la autoasfixiofilia, el peligro consiste en que el practicante se expone a perder la conciencia, abandonando por consiguiente el control de los medios que esta usando para estrangularse y terminando por morir asfixiado. La practica en pareja disminuye el riesgo de muerte accidental.

En casos extremos, los asfixiófilos suelen desear ser estrangulados hasta la muerte. El caso más famoso de esta práctica es el de Sharon Lopatka, hizo uso de internet para localizar un hombre que tuviera la fuerza para llegar a torturarla y matarla mientras realizaban el acto sexual, al final lo consiguió, muriendo en octubre de 1996.

A continuación, unas fotos de asfixia:

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